Este es el juego más impresionante al que he jugado y por eso lo he dejado para una ocasión especial como hoy, último día del año.
Se trata de un juego de ensañamiento extremo mezclado con una pizca de humor, y al que se juega fácilmente en cualquier sitio y con cualquier número de jugadores aunque lo divertido es con al menos 7 jugadores.
Durante el juego se la queda un jugador y el resto forman un pasillo poniéndose la mitad a cada lado con los brazos en alto. El que se la queda debe pasar por el pasillo recibiendo los golpes que deseen propinarle el resto de jugadores con las manos (collejas, capones...). Este jugador se la quedará hasta que consiga ver a alguien en el momento justo que le está golpeando o consiga verle los dientes a alguien (este es el toque de humor del juego). En ese momento ese jugador será el que se la quede y se seguirá jugando del mismo modo hasta que os canséis de jugar.
Nota: No se suelen dar puñetazos (al menos en mi pueblo), solo golpes con la palma abierta.
Táctica no recomendable: Lo de pasar corriendo no lleva a ninguna parte, ya que no puedes ver a nadie y te golpearán sin compasión y además tendrás que volver a pasar.
Si jugaste al Bote, al Puchero, al Macarra, a Guerra... este blog te gustará. Así sabrán dentro de 100 años que hacíamos en los años 70'-80'-90' los niños en las calles de España.
viernes, 31 de diciembre de 2010
lunes, 6 de diciembre de 2010
Carrera de Canicas o Chapas
Es el juego más sencillo al que se puede jugar con canicas o chapas.
La mitad de la diversión del juego consiste en crear la pista en la que se disputará la carrera. Normalmente se jugaba sobre arena (jodiendo la arena que tenían para hacer alguna obra o en un campo de fútbol) y se hacía la pista con el pie (o sea que su ancho dependía del número de zapatillas del que la hacía).
Dependiendo del nivel de los participantes y del grado de flipadez de los mismos, se hacían peraltes, chicanes y curvas más o menos complicados.
A partir de ahí el juego no requiere mucha explicación, se tira por turnos la canica o chapa y gana el primero que completa una o varias vueltas (según se decida antes de empezar).
La única regla importante que debe tenerse en cuenta es que si alguien se sale de la pista pierde ese turno volviendo a la posición en la que estaba antes de lanzar.
En resúmen, es un juego sencillo al que creo que todavía hoy podría divertirme echando una partidilla.
La mitad de la diversión del juego consiste en crear la pista en la que se disputará la carrera. Normalmente se jugaba sobre arena (jodiendo la arena que tenían para hacer alguna obra o en un campo de fútbol) y se hacía la pista con el pie (o sea que su ancho dependía del número de zapatillas del que la hacía).
Dependiendo del nivel de los participantes y del grado de flipadez de los mismos, se hacían peraltes, chicanes y curvas más o menos complicados.
A partir de ahí el juego no requiere mucha explicación, se tira por turnos la canica o chapa y gana el primero que completa una o varias vueltas (según se decida antes de empezar).
La única regla importante que debe tenerse en cuenta es que si alguien se sale de la pista pierde ese turno volviendo a la posición en la que estaba antes de lanzar.
En resúmen, es un juego sencillo al que creo que todavía hoy podría divertirme echando una partidilla.
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