Por petición popular voy a describir el juego de tirarse con sacos. Realmente yo no lo consideraría un juego sino más bien el precursor de los deporte extremos como veréis a continuación.
La verdad es que el nombre es autoexplicativo, el entretenimiento consistía en coger un saco y tirarse por una cuesta sentado sobre él. Supongo que se puede considerars la adaptación castellana de los trineos nórdicos.
Normalmente los sacos se cogían "prestados" de casa y se rellenaba con un poco de paja, por aquello de no acabar con el culo magullado ya que las "pistas" solían estar llenas de arbustos y hierbajos (si acaso se quita algún cardo, y si eres un hombre de verdad ni eso :-)).
Para hacerlo más entretenido se iba cambiando de pista cada vez, y parte de la diversión consistía en ver tirarse al conejillo de indias por primera vez en una de ellas cuando todavía no se sabía si era una pista verde, roja o negra.
La gracia del juego, era la sensación de velocidad y la adrenalina generada por el riesgo de acabar con una brecha o las rodillas destrozadas al caer por algún terraplen al final de la pista o dar vueltas de campana después de comerte algún bache.
Disclaimer: El autor de este blog no se hace responsable de las consecuencias de practicar esta actividad. Practíquese siempre bajo la supervisión de un adulto :-DDDD
esto se hacía con un poco de nieve, no?
ResponderEliminaraunque a nosotros nos iba lo extremo: lo hacíamos con planchas de contrachapado bajando las escaleras de una casa derruída y debajo de la escalera había una bodega :)
las planchas tenían una especie de conos de plástico (no sé para qué las usarían) de donde nos agarrábamos
Una opción era tirarse por la cuesta dando vueltas, en posición tumbado.
ResponderEliminarEn Belmonte lo llaman "rodar la chiva" y la cuesta es siempre la misma (la del castillo).
ResponderEliminar